La guerra que viene…
por Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Prever las características de los futuros conflictos es materia prioritaria para los Estados Mayores de los más poderosos ejércitos del mundo. Los estudios prospectivos son la base de una acertada política de defensa y la clave para el diseño del Ejército de mañana. Suele cometerse el error de prepararse para la guerra pasada y no hacerlo para la guerra futura. Evitarlo exige el estudio de muchas disciplinas entre las que destaca la historia militar, la formación humanística, el arte militar. Es precisamente lo que menos se estudia en las academias militares españolas empeñadas en ingenierías más rentables.
Es un mal generalizado. Un ejemplo lo tenemos en Obama. No aprueba en historia. La suya es la del repliegue (Irak-Afganistán) y a escudarse (sí, tras el escudo). La historia le ha ganado en Crimea y en parte del resto de Ucrania. También en Siria. Putin sabe historia, hace historia, la de siempre, porque no olvida quien era y es Rusia. Su prospectiva está íntimamente enlazada con su pasado. Jamás renunciará a sus ideas que son fuerza. China podría servirnos también de ejemplo.
España es caso aparte. Prospectiva es el conjunto de análisis y estudios realizados con el fin de explorar o de predecir el futuro. No se trata de un juego de adivinos sino de estudio y preparación. Saber de donde vienes, donde estás y a donde vas. Es decir conocer y aprender de tu historia. No renunciar a ella. El abandono de tus ideas, de tus ideales, renunciar a la firmeza en su defensa, trae como consecuencia la derrota.
No estoy pensando en sentido militar. Simplemente pensaba en la historia. La de los pactos. ¿Cuál es su antecedente histórico? Esa es la historia. San Sebastián o el Tinell. Todos contra uno.
Una cosa es adivinar el futuro y otra verlo venir en tromba. No son necesarios muchos análisis prospectivos.
Por abandonar las ideas y creencias hemos perdido la guerra que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario