Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Rima malsonante que alguna gritaba con ánimo de venganza. No es una anécdota y menos una broma. Arderá la cultura y la concordia.
Es el odio expuesto en un pebetero donde se hará visible eternamente la llama del enfrentamiento causante de todos nuestros males: el visceral provocado por la envidia, los ajustes de cuentas elevados a la categoría de políticas generacionales y de venganza. Ahora mando yo. ¡Se van a enterar estos c… de m…! Lo personal impuesto como revancha. Malos recuerdos.
Algunos no quieren libertad sino repartirla a su gusto. Ellos son los que piensan y hacen los planes. Nosotros dóciles instrumentos de ejecución. Ellos defensores del pueblo. Por cierto ¿sigue existiendo? ¿A qué dedica el tiempo libre?
Contracultura, cargas emocionales, descargas viscerales. Ills ne passeront pas. Son hábiles, auténticos artistas en sembrar intencionadamente la división, la agitación, la infelicidad.
Entre los rastrojos buscan su inspiración: independencia, derecho a decidir, asambleas, justicia popular, corrupción moral y material.
Su desfachatez: ser pioneros en subvertir la conciencia, la ética y el deber. No quieren el poder sino imponer sus ideas, destruir las del contrario (enemigo en su terminología). Debilitar, dividir y acabar con cualquier vestigio de moralidad. Le llaman empoderarse, cuyo significado me suena a algo muy antiguo: imponer al contrario (enemigo para ellos) su voluntad. ‹‹De momento lo importante es conquistar. Después, todo será simplemente una cuestión de organización››. Busquen la cita y no consientan que conquisten su libertad.
¡Arderéis, como en el 36! La cultura y la concordia.
En el pebetero arde la llama de la intransigencia. Provocar es una táctica que busca imponer su iniciativa valorando las reacciones del contrario (enemigo para ellos). Nuestra reacción es tan débil que si seguimos así podemos dar la batalla por perdida. El ataque ya lo han lanzado y dividirnos lo están consiguiendo. Ahora tratan de inmovilizar más que de movilizar.
¿Qué vendrá detrás?
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