viernes, 12 de febrero de 2016

Hartos de la casta

 

Rafael Dávila Álvarez. General de División (R.)
Hay mucha gente harta. Harta de la mentira, la mala educación, el insulto y las ofensas que a menudo rayan en lo delictivo. La mediocridad se ha impuesto y aunque gracias a las redes sociales todos nos vemos a diario en el equivalente de lo que antes era la plaza Mayor de cualquier pueblo o ciudad, estamos indefensos ante el capricho y la ignorancia de las castas. Pueden y hacen daño. Eso es poder y contra eso, por ahora, no podemos. Las castas han quedado reducidas a una: la casta. Creíamos que no era posible pero sí: Podemos.
En Madrid tienen una alcaldesa, magistrada -ahora es jueza y parte- que dice que ETA es un movimiento político. ¡Indecente! No hay un día libre en el calendario en el que no haya que recordar un asesinato de la alimaña llamada ETA. Convertirse en juez y parte es impúdico. No dejar títere con cabeza es además antidemocrático y sectario. En títeres pretenden convertirnos. Títeres siniestros que ofenden a lo más preciado: niños, la inocencia. No se es tan inocente cuando se maneja el poder al antojo arbitrario de una ideología harto conocida en nuestra historia.
Casta es llegar al poder y ejercer el poder como los poderosos. Conjugar el verbo poder en sus diferentes formas de totalitarismo. ¡Hartos! Mediocridad y burla. Se ríen de nosotros y utilizan el insulto como antónimo de lo que ellos creen ser. Es una táctica conocida en los manuales. Son casta. Resentidos que buscan la venganza política y que son repetitivos en sus fobias. Ya sabemos cuales son, y se nota.
“Niños malcriados” y “altaneros”, les llama Alfonso Guerra. No tan niños. Creciditos y sabiendo muy bien lo que hacen.
Más grave es cuando el sagaz socialista se refiere al derecho de autodeterminación “bandera del terrorismo que derramó mucha sangre inocente…”. Cada día del calendario hay un asesinato del movimiento político etarra que recordar… señora alcaldesa.
Hartos de la casta, podemos y debemos dar la cara y defendernos: de la casta. Podemos.

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