Las Fuerzas Armadas tienen desplegados a casi 800 militares en misiones destinadas a mantener la estabilidad en el continente negro.
Mafias internacionales dedicadas al tráfico de drogas, personas y armas; grupos terroristas de corte yihadista que campan a sus anchas; estados fallidos incapaces de controlar lo que pasa en el interior de sus fronteras… África se está convirtiendo en un auténtico polvorín en los últimos años y esto ha aumentado la preocupación de la Unión Europea y de los miembros de la OTAN, aunque no siempre con la intensidad que sería necesaria.
El Gobierno español ha sido uno de los principales defensores de convertir a África en uno de los objetivos prioritarios de la acción exterior de ambas organizaciones supranacionales en un escenario difícil, pues muchos de los países miembros tenían una preocupación mayor por la agresiva política exterior que ha desarrollado Rusia en los últimos tiempos, sobre todo tras la injerencia de este país en la política interna de Ucrania.
La singularidad territorial española, con un archipiélago, numerosos islotes y dos ciudades integradas en el continente negro ha hecho que durante la pasada legislatura se decidiese dar un paso adelante e involucrarse de forma importante en la estabilización de África, con el objetivo de impedir en la manera de lo posible la aparición de nuevos estados fallidos y formar a las fuerzas armadas locales para que puedan controlar en mejor medida el territorio de sus países.
Desde hace casi dos años, con sus momentos más altos y bajos de despliegue, las
Fuerzas Armadas españolas han tenido en África a uno de cada tres militares que se encontraban destinados en el exterior. Según datos del Estado Mayor de la Defensa, en este mes de enero de 2016 se encuentran en el continente africano un total de 786 militares españoles, que están presentes en siete países africanos diferentes.
La misión más numerosa en estos momentos es la Operación Atalanta, de la Unión Europea, que lucha contra la piratería en las aguas del Océano Índico. En ella están participando en estos momentos 271 militares españoles. De ellos, más de 200 efectivos se encuentran embarcados en la fragata F-82 Victoria, que ya concluye su rotación en la misión y en los próximas días será sustituida por el Buque de Acción Marítima (BAM) P-44 Tornado.
También forman parte de la misma, ubicados en el aeropuerto de Yibuti -un pequeño país africano encuadrado entre Somalia, Etiopía y Eritrea- el denominado Destacamento Orión, conformado por una cincuentena de militares. España aporta de manera permanente un avión de vigilancia aérea (según la rotación, es un Orión P3 o un CN-235 VIGMA), mientras que otra aeronave similar la aportan de manera rotatoria el resto de países de la UE.
La segunda misión por número de efectivos desplegados es relativamente reciente. Se trata de la Operación Sophia, que lucha contra las mafias del tráfico de personas en el Mar Mediterráneo. Y es que las mafias del crimen organizado están aprovechando la situación de Libia, convertida prácticamente en un estado fallido, para lanzar a centenares de inmigrantes al mar en barcos en un estado francamente lamentable.
En ella hay desplegados actualmente 258 militares españoles. La gran mayoría son parte de la tripulación de la fragata F-86 Canarias, que se incorporó a la misión europea a principios de octubre tras llegar al puerto italiano de Sicilia. Actualmente, esta embarcación se encuentra en sus últimos días de misión y está previsto que en breve ponga rumbo de nuevo a España para dar descanso a su tripulación.
También hay integrados 46 militares del Ejército del Aire que forman parte del Destacamento Grappa. El avión que presta actualmente servicio en el destacamento es un Orión-P3 del Grupo 22 con sede en la Base Aérea de Morón. Están desplegados en la base aérea de Sigonella, ubicada en la localidad italiana de Lentini, en el sur de la isla de Sicilia. En estos días, un avión CN-235 relevará al Orión P-3.
La misión de europea en Mali es la tercera con más recursos personales asignados. Exactamente, en estos momentos hay desplazados en el país 118 militares españoles, cuyo cometido es formar y entrenar a las nuevas fuerzas armadas del país. Los militares malienses que pasan por las manos españolas son enviados posteriormente al norte del país, donde todavía hay fuertes combates con los yihadistas que estuvieron a punto de tomar el control del país en 2013.
Dos misiones aéreas ocupan los siguientes puestos por número de efectivos. El Destacamento Marfil, ubicado en Senegal, mueve tropas y material para luchar contra el yihadismo en el Sahel en el marco de la Operación Barkhane francesa. Está compuesto por 57 militares y un avión C-130 Hércules. El Destacamento Mamba, ubicado en Gabón, sirve de apoyo a la misión francesa para estabilizar República Centroafricana. Está compuesto por 47 militares y un avión CN-235.
Las Fuerzas Armadas españolas tienen desplegados 22 militares en la misión europea para estabilizar República Centroafricana. Lejos quedan ahora las cifras de 2014, cuando el país estaba en plena guerra civil, y España mandó al país a algo más de un centenar de militares de élite, miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) del Ejército de Tierra y de los Grupos de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil.
Las misiones más reducidas son las dos centradas en Somalia. Por un lado, la misión europea de entrenamiento a las fuerzas armadas de Somalia, con el objetivo de que puedan controlar poco a poco un país que vive a diario en la anarquía. Allí hay doce militares españoles, exactamente, ubicado en Mogadiscio. En la misión de reconstrucción civil, EUCAP Néstor, hay un militar español, destinado en Nairobi (Kenia).
El Gobierno español ha sido uno de los principales defensores de convertir a África en uno de los objetivos prioritarios de la acción exterior de ambas organizaciones supranacionales en un escenario difícil, pues muchos de los países miembros tenían una preocupación mayor por la agresiva política exterior que ha desarrollado Rusia en los últimos tiempos, sobre todo tras la injerencia de este país en la política interna de Ucrania.
La singularidad territorial española, con un archipiélago, numerosos islotes y dos ciudades integradas en el continente negro ha hecho que durante la pasada legislatura se decidiese dar un paso adelante e involucrarse de forma importante en la estabilización de África, con el objetivo de impedir en la manera de lo posible la aparición de nuevos estados fallidos y formar a las fuerzas armadas locales para que puedan controlar en mejor medida el territorio de sus países.
La misión más numerosa en estos momentos es la Operación Atalanta, de la Unión Europea, que lucha contra la piratería en las aguas del Océano Índico. En ella están participando en estos momentos 271 militares españoles. De ellos, más de 200 efectivos se encuentran embarcados en la fragata F-82 Victoria, que ya concluye su rotación en la misión y en los próximas días será sustituida por el Buque de Acción Marítima (BAM) P-44 Tornado.
También forman parte de la misma, ubicados en el aeropuerto de Yibuti -un pequeño país africano encuadrado entre Somalia, Etiopía y Eritrea- el denominado Destacamento Orión, conformado por una cincuentena de militares. España aporta de manera permanente un avión de vigilancia aérea (según la rotación, es un Orión P3 o un CN-235 VIGMA), mientras que otra aeronave similar la aportan de manera rotatoria el resto de países de la UE.
La segunda misión por número de efectivos desplegados es relativamente reciente. Se trata de la Operación Sophia, que lucha contra las mafias del tráfico de personas en el Mar Mediterráneo. Y es que las mafias del crimen organizado están aprovechando la situación de Libia, convertida prácticamente en un estado fallido, para lanzar a centenares de inmigrantes al mar en barcos en un estado francamente lamentable.
En ella hay desplegados actualmente 258 militares españoles. La gran mayoría son parte de la tripulación de la fragata F-86 Canarias, que se incorporó a la misión europea a principios de octubre tras llegar al puerto italiano de Sicilia. Actualmente, esta embarcación se encuentra en sus últimos días de misión y está previsto que en breve ponga rumbo de nuevo a España para dar descanso a su tripulación.
También hay integrados 46 militares del Ejército del Aire que forman parte del Destacamento Grappa. El avión que presta actualmente servicio en el destacamento es un Orión-P3 del Grupo 22 con sede en la Base Aérea de Morón. Están desplegados en la base aérea de Sigonella, ubicada en la localidad italiana de Lentini, en el sur de la isla de Sicilia. En estos días, un avión CN-235 relevará al Orión P-3.
La misión de europea en Mali es la tercera con más recursos personales asignados. Exactamente, en estos momentos hay desplazados en el país 118 militares españoles, cuyo cometido es formar y entrenar a las nuevas fuerzas armadas del país. Los militares malienses que pasan por las manos españolas son enviados posteriormente al norte del país, donde todavía hay fuertes combates con los yihadistas que estuvieron a punto de tomar el control del país en 2013.
Dos misiones aéreas ocupan los siguientes puestos por número de efectivos. El Destacamento Marfil, ubicado en Senegal, mueve tropas y material para luchar contra el yihadismo en el Sahel en el marco de la Operación Barkhane francesa. Está compuesto por 57 militares y un avión C-130 Hércules. El Destacamento Mamba, ubicado en Gabón, sirve de apoyo a la misión francesa para estabilizar República Centroafricana. Está compuesto por 47 militares y un avión CN-235.
Las Fuerzas Armadas españolas tienen desplegados 22 militares en la misión europea para estabilizar República Centroafricana. Lejos quedan ahora las cifras de 2014, cuando el país estaba en plena guerra civil, y España mandó al país a algo más de un centenar de militares de élite, miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) del Ejército de Tierra y de los Grupos de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil.
Las misiones más reducidas son las dos centradas en Somalia. Por un lado, la misión europea de entrenamiento a las fuerzas armadas de Somalia, con el objetivo de que puedan controlar poco a poco un país que vive a diario en la anarquía. Allí hay doce militares españoles, exactamente, ubicado en Mogadiscio. En la misión de reconstrucción civil, EUCAP Néstor, hay un militar español, destinado en Nairobi (Kenia).
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